miércoles, 27 de noviembre de 2013

Diseñados para el olvido


En la industria de la música también se pueden observar distintos ejemplos de obsolescencia programada. No es la obsolescencia que causa que un producto dure menos de lo normal, sino la clase de obsolescencia que produce “productos” musicales de manera industrial. Irónicamente, en muchos casos suelen durar menos que una lamparita.
Para aclarar nuestro argumento, proponemos concentrarnos en algunos ejemplos de este tipo de obsolescencia musical durante la historia. En su momento la banda “The Backstreet Boys” era vista como un icono de la música pop y cada álbum que salia a la venta, vendía millones de copias, siempre superando al anterior. Sin embargo hoy ya poco se conoce sobre el paradero de esta banda y difícilmente escuchemos alguna de sus canciones en la radio. Este es el caso de muchos otros artistas, o como se podría llamar en este contexto, productos. Artistas que temporalmente son el éxito del momento, que son impuestos por la misma industria musical con un gran enfoque en la imagen comercial y cuyas canciones se crean con el objetivo de conseguir un éxito en ventas. Como en el caso de la obsolescencia programada en lamparas, estos artistas van a dejar de ser la moda y se los cambiara por otro. Un sistema industrial de ventas, lo que antes era artesanal ahora se vuelve comercial.
En conclusión a nuestro ensayo, queremos aclarar que aunque sea parte de una problemática de obsolescencia, esto no significa que la industrialización de la música vaya a tener efectos directos sobre el medio ambiente. Sin embargo los tiene sobre el medio social, el cual se vuelve cada vez más vulnerable a música sin sentido, que aunque no parezca, manda un mensaje totalmente equivocado de lo que en verdad es la música: Arte.